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DERECHO |
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FORMAS DE GOBIERNO. TEORÍAS CONSTITUCIONALES |
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FORMAS DE GOBIERNO
Las formas de gobierno no son otra cosa que el modo y la manera de proceder de una constitución política; es decir, los métodos que utilizan los gobernantes para administrar, organizar, y ejercer orden y control sobre la población.
Durante casi toda la historia de la humanidad, el gobierno de la población ha sido ejercido por unos pocos que dominan, oprimen y controlan a la mayoría, lo único que ha cambiado es la forma de hacerlo; en tiempos remotos se hacia por medio de tribus, cacicazgos, dinastías, etc. De un tiempo para acá, las formas de gobierno han variado y son muy diversas en cuanto al cómo y a cuántas personas ejercen el poder.
Entre las formas de gobierno más comunes se encuentran la monarquía, la teocracia, la aristocracia, la tiranía, la dictadura, el comunismo y la democracia.
| Bibliografía
|Diccionario Planeta de la Lengua española, editorial Planeta, Bogotá, 1982
DIFERENCIAS ENTRE FORMAS DE GOBIERNO Y FORMAS DE ESTADO
Esta diferencia radica en que las Formas de Estado tienen en consideración la distribución espacial del poder. Tienen en cuenta el territorio Pueden respetarlas o no. Las Formas de Gobierno hacen referencia a la distribución funcional del poder. Se crean determinados organismos a los que se les atribuye funciones.
Formas de Estado: Se clasifican en 3 clases:- Estados unitarios
- Estados federales
- Confederación de Estados
Formas De Gobierno: según el pensador se clasifican distinto. La más clásica es la griega la cualtiene como parámetro si la forma de gobierno respeta o no la ley.
Monarquía: conforme a las leyes ejercido por uno.
Aristocracia: conforme a las leyes ejercido por unos pocos
Democracia: conforme a las leyes ejercido por muchos.
ARISTÓTELES:
Monarquía: conforme al bien común ejercido por uno
Aristocracia: conforme al bien común ejercido por unos pocos
Democracia: conforme al bien común ejercido por muchos
Formas puras Formas impuras
Monarquía ® Tiranía o Totalitarismo
Aristocracia ® Oligarquía
Democracia ® Demagogia
No hay correlato entre Formas de gobierno y Formas de Estado. Puede haber un Estado unitario gobernado por una democracia (Francia) y, por ello, un Estado unitario no tiene porqué ser monarquía.También pueden haber Estados federales como España con una monarquía y EE.UU. con un régimen presidencialista. Todas las combinaciones son posibles.
La Federación de Estados admite mayor o menor centralización o descentralización del poder. No hubieron ejemplos de centralización ni descentralización absoluta. Lo que se ve son casos intermedios que se acercan más a uno u otro.
El emperador buscaba la centralización absoluta, pero ésta chocaba con el espacio físico: las diferencias geográficas, ya que las distancias eran muy amplias.
MONTESQUIEU Y LAS FORMAS DE GOBIERNO
Montesquieu cuenta con dos obras fundamentales; las Cartas Persas y El Espíritu de las Leyes en las cuales desarrolla temas comunes como el horror que siente por toda forma de despotismo.
Montesquieu sostiene que hay tres formas de gobierno: gobiernos republicanos, los cuales puedan tomar indistintamente la forma democrática o aristocrática; monarquías; y despotismos. A diferencia de Aristoteles, Montesquieu no distingue a las formas de gobierno según la virtud del soberano. Cada forma de gobierno tiene un principio, un conjunto de pasiones humanas que se constituyen en su motor; y cada una puede ser corrompida si sus principios se encuentran indeterminados o son destruidos.
En una democracia, el pueblo es soberano. Ellos pueden gobernar a través de ministros, o ser aconsejados por un senador, pero ellos deben tener el poder de elegir sus ministros y senadores. El principio de la democracia es la virtud política, por la cual Montesquieu señala "el amor a las leyes" que incluye la constitución democrática. La forma de un gobierno democrático entiende al sufragio y al voto como leyes fundamentales. La necesidad de proteger los principios, sin embargo, impone requerimientos más extensivos. La virtud requerida para un funcionario democrático no es natural, ya que es preciso "una preferencia constante de lo público por sobre el interés privado."
Una democracia debe educar a sus ciudadanos para identificar sus intereses con los intereses de su propio país, y deberá contar con mecanismos para protegerlos más. Debe propenderse a establecer el principio de la frugalidad como ley, para prevenir a los ciudadanos a ser tentados por el avance de sus propios intereses a expensas del interés común; por esta misma razón, las leyes por las cuales la propiedad es transferida deben apuntar a preservar una igual distribución entre los ciudadanos.
La democracia puede resultar corrompida a través de dos maneras: por lo que Montesquieu entiende como "el espíritu de la desigualdad" y por "el espíritu de la extrema igualdad". El primer caso se pone de manifiesto cuando los ciudadanos no logran identificar profundamente sus intereses con los intereses de su propio país, y por lo tanto buscan hacer valer sus intereses propios a expensas de los de sus conciudadanos. El espíritu de la extrema igualdad irrumpe cuando la gente no se contenta con ser igual como ciudadanos, sino que pretende ser igual en todo sentido. En una democracia, la gente elige magistrados para ejercer el poder ejecutivo y ellos respetan y obedecen. Si estos funcionarios faltan su respeto, ellos son reemplazados. Cuando el espíritu de la extrema igualdad cobra forma, sin embargo, los ciudadanos o bien no respetan, o no obedecen a ningún magistrado. Ellos "quieren manejar todas las cosas por sí mismos, para debatir por el Senado, para ejecutar por el magistrado, y decidir por los jueces". Eventualmente el gobierno cesará de funcionar, el último remanente de la virtud desaparecerá y la democracia dará paso al despotismo.
En un aristocracia, una parte gobierna al resto. El principio de un gobierno aristocrático es moderación, la virtud que se impone para aquellos que gobiernan en una aristocracia es restringirse de oprimir al pueblo y de tratar de adquirir excesos de poder a expensas del resto. En una aristocracia, las leyes deberán estar encaminadas a inspirar y proteger este espíritu de moderación. Para lograrlo, ellos deben hacer tres cosas. Primero, las leyes deben prevenir que los nobles abusen del pueblo. El poder de la nobleza es el principal riesgo de una aristocracia; para evitarlo, la ley debe denegarle a la nobleza algunos poderes, como el poder de gravar, fomentando la responsabilidad y la administración moderada. Segundo, la ley debe encubrir como sea posible las diferencias entre la nobleza y el pueblo, a fin de que la gente sienta su falta de poder lo menos posible. Por consiguiente, la nobleza debe tener maneras modestas y simples a fin de que la gente pueda olvidar su sometimiento y debilidad. Finalmente, las leyes deben tratar de asegurar igualdad entre los propios nobles, y entre las familias de los nobles. Cuando ello falla, la nobleza pierde su espíritu de moderación y el gobierno se corrompe.
En una monarquía, una persona gobierna "mediante leyes inmutables y establecidas". De acuerdo a Montesquieu, estas leyes "necesariamente suponen los canales de intermediación por los cuales el poder de la monarquía fluye: si estas leyes son solamente producto de la momentánea y caprichosa voluntad de una sola persona para gobernar el estado, nada puede ser cambiado, y, por supuesto no hay ley fundamental". Estos canales de intermediación son instituciones subordinadas como la nobleza y una judicatura; y las leyes de una monarquía deberían por lo tanto ser designadas para preservar ese poder. El principio de un gobierno monárquico es el honor.
Una monarquía se corrompe cuando el monarca o bien destruye las instituciones subordinadas que lo inhiben, o decide gobernar arbitrariamente, sin miramiento alguno para con las leyes básicas de su país, o envilece los honores por los cuales sus ciudadanos podrían clamar. Las primeras dos formas de corrupción destruyen los controles soberanos que separan la monarquía del despotismo; la tercera cercena la conexión entre la conducta honorable y sus propios incentivos. En una monarquía, las ambiciones personales y el sentido del honor operan en forma conjunta. Esta es la gran fuerza de la monarquía y la fuente de su extraordinaria estabilidad: ya sea si sus ciudadanos actúan con genuina virtud, un sentido de su propio valor, un deseo de servir a su rey, ellos serán dirigidos a actuar de un modo en la que sirvan a su país. Una monarquía que opera arbitrariamente, o en la que estímulos serviles e innobles son los que priman, en lugar de un honor genuino, cercena y corrompe a este gobierno.
En un estado despótico "una sola persona dirige todo por sus propios designios y caprichos". Sin leyes para controlarlo, y sin necesidad de ser asistido por nadie, un déspota puede hacer lo que guste, sin embargo será imprudente o reprobable. Su sometimiento no será menor que en la esclavitud, ya que él puede deshacerse de quien sea, tal como le parezca. El principio del despotismo es el miedo. Este temor es fácilmente sostenido, teniendo en cuanta que el sometimiento genuino de un déspota es a través del terror. La educación resulta innecesaria en un despotismo; en caso de que ella exista, estará basada en quebrar la mente y el espíritu. Aquellas ideas como el honor y la virtud no existen en la sumisión del déspota, ya que las "personas capaces de anteponer sus propios valores serían consideradas como creadores de disturbios. El miedo, por lo tanto, deprime los espíritus, y extingue aún el mínimo sentido de ambición".
Montesquieu escribe que "el principio de un gobierno despótico se vincula con una continua corrupción, debido a que es naturalmente corrupto". Esto es verdadero desde varios puntos de vista.
Primero, los gobiernos despóticos se socavan a sí mismos. Debido a que la propiedad no se encuentra asegurada, el comercio no florecerá, y el estado será cada vez más pobre. El pueblo debe ser mantenido en un estado de terror mediante la amenaza y la pena; sin embargo, a través del tiempo, las penas necesitarán ser cada vez más severas hasta que la propia amenaza pierda su propia fuerza. Nada se desarrolla conforme a la inteligencia. Un déspota es naturalmente ocioso, voluptuoso e ignorante, y carece de interés en gobernar realmente para su pueblo. Optará por un visir para gobernar por él, retirándose a su harén para satisfacer sus propósitos de placer. Con su ausencia, sin embargo, la intriga comenzará a amenazarlo de múltiples maneras, considerando que el odio es la respuesta a su sometimiento, y que poco hay para perder formando parte de una conspiración que amenace derrocarlo. El déspota no podrá recurrir a su ejército para que lo proteja, teniendo en cuenta la probabilidad de que sus propios generales traten de apoderarse de su poder. Por esta razón, el déspota carece de seguridad al igual que el pueblo.
Segundo, los gobiernos monárquicos y republicados cuentan con específicas estructuras gubernamentales, y requieren que sus ciudadanos tengan específicos tipos de motivación. Cuando estas estructuras se desmoronan, o estas motivaciones caen, las monarquías o repúblicas son corrompidas, y el resultado de esta corrupción es que desembocarán en el despotismo. Pero cuando un gobierno despótico cae, no necesariamente serán reemplazado por una monarquía o república. La instauración de una monarquía o república estable es extremadamente dificultoso: "una obra de arte de la legislación, raramente se produce por azar, y rara vez se genera por prudencia". Es particularmente difícil instaurar la vigencia de la ley cuando previamente se ha brutalizado y degradado por medio del despotismo. Por esta razón el despotismo necesariamente se erige como una particular relación de corrupción que lo distingue de otras formas de gobierno: mientras en éstas la corrupción es factible, en el despotismo es su propia esencia.
Fuente:
RÉGIMEN MONÁRQUICO
El régimen monárquico es un régimen político que se ha implantado en distintos países europeos y asiáticos a lo largo de su historia política.
La monarquía sorprende a muchos analistas políticos al subsistir en medio de un mundo globalizado, aunque se entiende que el predominio de este régimen a lo largo de Europa, en países como Inglaterra o España (entre otros), se debe a la confianza que el pueblo (los súbditos) deposita en la figura de un rey o una reina, lo cual implica que, legitimada en una Constitución, la voluntad de los habitantes es depositada en una corona, la cual es responsable de garantizar la convivencia, la democracia, la estabilidad y las libertades de sus ciudadanos.
Para los ingleses, que es el pueblo que con más firmeza representa la tradición de la institución monárquica, coinciden en afirmar que la función de la Corona recae en "aconsejar, animar o proteger y ser consultado o informado".
Con estas palabras se quiere expresar el sentimiento del pueblo hacía la Corona y cómo ésta debe controlar las instituciones políticas, ayudar a sus habitantes y, sobre todo, consultar sus necesidades y sus interrogantes.
En la Biblioteca virtual puede obtener más información sobre este tema en:
La provincia de Muzo en 1754. Informe presentado al rey Documento de Amado A. Guerrero Rincón sobre el informe solicitado por el Rey acerca de la situación de la región de Muzo en 1754. En: |Anuario colombiano de historia social y de la cultura, núm. 20, 1992.
1848 Texto de Gerardo Molina sobre las revoluciones europeas de 1848.
La historia y los demonios Esta es una reseña de Rodrigo Zuleta sobre el libro |Monarquía del diablo en la legitimidad del Nuevo Mundo americano, de Antonio Julián.
Bibliografía
DICTADURA O TIRANIA
La dictadura es una forma de gobierno que se caracteriza fundamentalmente por la falta de control democrático en la gestión pública.
En el último siglo, las dictaduras han surgido generalmente en momentos de crisis política y económica para hacer frente a movimientos revolucionarios de origen popular que representan un peligro para los intereses de las clases privilegiadas.
Es el gobierno que se ejerce fuera de las leyes constitutivas de un país.
Las dictaduras son ejercidas habitualmente (aunque no siempre) por militares (durante el siglo XX hay muchos ejemplos de ello: Adolfo Hitler en Alemania durante el auge del nacionalsocialismo, Benito Mussolini en Italia, Francisco Franco en España, así como los innumerables ejemplos que se pueden encontrar en Latinoamérica, África y Asia durante la segunda mitad del siglo XX).
Hay un tipo de dictadura que fue llamado por Marx "dictadura del proletariado", que puede definirse como una forma de gobierno instituida por el proletariado una vez que se acaba con el régimen capitalista y se accede a todos los niveles del poder estatal; tiene por objeto consolidar la revolución socialista e impedir la restauración de la clase burguesa en el poder. La dictadura del proletariado es considerada como una etapa transitoria que dará paso a un Estado de todo el pueblo, que es el primer paso para conseguir una sociedad comunista.
En Colombia, al contrario de lo que ha sucedido en la mayoría de países de América Latina, que se han visto sometidos a repetidas dictaduras; tan sólo se dio un caso, que fue el del golpe militar de Gustavo Rojas Pinilla, llevado a cabo en el año de 1953. Una vez en el poder, el general Rojas Pinilla cerró el Congreso, despojando a Colombia de sus características constitucionales y democráticas. Esta dictadura duró poco, pues cuatro años después, en 1957, el general Rojas cedió su cargo a la Junta militar, quienes luego darían paso al Frente Nacional.
| Bibliografía
|Diccionario Larousse ilustrado, Ramón García, editorial Larousse, Buenos Aires, 1991.
|Enciclopedia Salvat,. tomo IV, Salvat editores S.A., Barcelona, 1972.
ARISTOCRACIA
Del griego aristocratia; de aristos, mejor, y kratos, fuerza, dominio). Gobierno en el que solo ejercen el poder las personas más notables del estado. Puede ser destacada por su posición económica, social o cultural. Esto no significa necesariamente que tenga el atributo de la primera parte del vocablo que nos ocupa: aristos, que significa mejor
Del griego aristocratia; de aristos, mejor, y kratos, fuerza, dominio).
Gobierno en el que solo ejercen el poder las personas más notables del estado.
Esta definición tomada del diccionario resulta imperfecta y confusa porque por notable se entiende a una persona destacada en un lugar. Puede ser destacada por su posición económica, social o cultural. Esto no significa necesariamente que tenga el atributo de la primera parte del vocablo que nos ocupa: aristos, que significa mejor.
Es por eso que parece más acertado definir aristocracia como el gobierno de los mejores.
El problema radica en que se confunde nobleza con aristocracia, siendo estos, dos conceptos diferentes. La confusión surge desde una época antigua de la historia: Grecia y Roma. En Grecia existían dos sentidos del término: el gobierno de los más poderosos y el gobierno ideal de los mejores. En el primero de los casos, donde el ser "poderoso" implica posesión que se transmite por herencia, esta da la condición de poderosa a quien la recibe y se instituye de esta manera una continuidad hereditaria que es el atributo de la nobleza. Se deforma el concepto de aristocracia porque la condición de mejor no puede ser transmitida por herencia.
En Roma sucede una cosa parecida pues se transmite la condición de noble por la sangre: se es ilustre por la sangre. Por otra parte, en Roma la nobleza encierra la idea de virtud, cosa que lleva a confundir nobleza con aristocracia.
En la Edad Media y en la Moderna, la institución de la nobleza consolida la confusión con aristocracia hasta nuestros días.
Para desligar los conceptos es necesario aclarar que nobleza es una condición social que se produce por medio de la herencia, y aristocracia es una condición que se da en el gobierno cuando éste es ejercido por los mejores. De allí, en sentido amplio se debe utilizar la palabra aristócrata para definir a quien tiene características virtuosas que lo hacen distinto de los demás en sentido superior y por méritos propios.
Se puede tener atributos de nobleza transmitidos por herencia y no revestir ninguna calidad especial que lo diferencie de los demás. No se puede pertenecer a la aristocracia si no se tienen virtudes y condiciones especiales que llevan a una persona a la categoría de mejor.
Ortega y Gasset en su "Rebelión de las masas", distingue al hombre selecto del hombre vulgar, del hombre-masa como él le llama. Para Ortega aquel es el que se exige mucho a sí mismo, y el hombre-masa el que no se exige nada, "sino que se contenta con lo que es y esta encantado consigo". Esto establece una distinción entre un hombre y otro. El hombre selecto es el hombre que al exigirse busca ser mejor y en cierto modo lo es porque se exige. Es el hombre que para Ortega pertenece a la elite, que es una minoría selecta que dirige el cuerpo social.
Este hombre selecto, lo mismo que el hombre-masa, pertenecen a todas las clases sociales. Pertenecer a la elite no es atributo de una clase determinada, sino de la condición de ser mejor del hombre que se exige. Ser hombre-masa tampoco es distintivo de ninguna clase social. Una persona de la clase alta, por sus condiciones de vulgaridad, y por no exigirse se convierte en hombre-masa.
El concepto de hombre selecto de Ortega está estrechamente ligado con el de aristocracia, ya que las condiciones de aquel son las necesarias para pertenecer a ésta.
Lo anteriormente expuesto nos lleva a la conclusión de que aristocracia es un concepto dinámico, que se distingue totalmente del de nobleza por determinar ésta una condición estática de clase.
La aristocracia considerada como el gobierno de los mejores y en funciones de tal, para mantener su condición tiene que asumir un papel de permanente autosuperación y superación con referencia a otros aristócratas que pugnan por suplantarla. La elite que está en el poder, para conservarlo debe ser suficientemente amplia y estar en condiciones de interpretar las nuevas situaciones y fenómenos que se producen en la sociedad. De lo contrario incurre en un estado de anquilosamiento que la lleva a su degeneración, desvirtuando su condición de aristocracia.
La historia nos muestra que cuando una elite llega al poder sufre una transformación. Comienza su actuación con vigor, se estabiliza y se vuelve conservadora, y esta situación la lleva a ser insensible frente a nuevas condiciones, produciendo esto su decadencia. Es en este momento en que es suplantada por una nueva elite.
Es posible que la situación de decadencia se produzca porque el hombre selecto ha dejado de exigirse y se transforma en el hombre-masa de Ortega. Entonces es importante que sea suplantado por una nueva elite que está en la etapa de su exigencia, que la hace ser mejor en beneficio de la sociedad.
También se ha confundido aristocracia con oligarquía, y esta confusión surge como la anterior en la misma época. Oligarquía es el gobierno de unos pocos sin la condición de que sean los mejores, sino los más poderosos.
DCP - de la Vega.
DEMOCRACIA
En Grecia, en el 500 a.C., la gente vivía en pequeñas ciudades llamadas |polis, y los ciudadanos de éstas eran llamados |demos (pueblo); así surgió el nombre de democracia, que significa gobierno del pueblo; donde los ciudadanos podían opinar acerca de las leyes, normas y reformas.
En la actualidad, la gran mayoría de países en el mundo son democráticos, y estructuran sus formas de gobierno en principios establecidos durante la Revolución Francesa, tales como:
· Igualdad: Todos los hombres son iguales ante la ley sin importar su color de piel, sexo, religión o condición social.
· Libertad: Todos los ciudadanos pueden hacer aquello que no les prohíba la ley.
· Constitución: Conjunto de leyes que sean aplicables a todos los ciudadanos de un Estado.
· Representatividad: Los ciudadanos tienen derecho a elegir y ser elegidos; el voto es el mecanismo que permite la representación de todos los ciudadanos en cabeza de unos pocos para que se puedan hacer cargo del gobierno.
En el siglo XIX, la democracia fue entendida específicamente como la designación de los gobernantes por medio del sufragio; pero la democracia es más que eso: es la participación de la ciudadanía en el poder, pues entre más alta sea la participación de los ciudadanos en un país se puede decir que es más alto el grado de democracia en éste.
Para que haya una democracia verdadera, se necesita de una confrontación de ideas, que haya oposición; en la mayoría de los países esta oposición y confrontación ideológica tiene en los partidos políticos y movimientos sociales a sus representantes: "La democracia no acaba con la dominación política, pero intenta controlarla mediante la división de los poderes, la vigencia de los derechos humanos, el derecho a la oposición y la oportunidad de una oposición de ser gobierno" | 1
Las sociedades democráticas están divididas en dos:
Sociedades democráticas heterogéneas. Son aquellas que están diferenciadas por factores sociales, geográficos y culturales. Las elecciones cumplen el papel de expresar los diferentes intereses de esa sociedad.
Sociedades democráticas homogéneas: En éstas, las elecciones cumplen el papel de legitimación del sistema político, del gobierno o del partido: ratifican el apoyo o deslegitimación a un partido o coalición (agrupación de partidos o movimientos); expresan tendencias o preferencias políticas; canalizan los conflictos hacia soluciones pacificas; conforman la oposición al gobierno y desarrollan una conciencia y una cultura políticas.
En Colombia, el primer presidente elegido democráticamente fue el conservador José Vicente Concha, en el año de 1914; esta practica democrática en Colombia reinó hasta el año de 1953, cuando el general Gustavo Rojas Pinilla da un golpe de Estado que lo mantuvo en el poder hasta 1957, cuando una junta militar toma el poder. Desde 1958 hasta 1974, la democracia en Colombia fue muy frágil por la existencia del Frente Nacional, en el cual los dos partidos mayoritarios (Liberal y Conservador) deciden alternarse el poder. A partir de 1974 se vuelve a elegir a los Presidentes mediante el uso del sufragio popular.
I. Concepto de demagogia
El término demagogia ha tenido y tiene diversos sentidos. En la antigua Grecia llegó a tener incluso una connotación positiva, lo que generalmente no ocurre hoy. Así, el demagogo era aquél que tenía grandes habilidades para tratar muchedumbres, así como presencia física y elocuencia en la oratoria. En este sentido, frecuentemente se presenta a Pericles como el prototipo del demagogo. También se decía de aquellos políticos que tenían como programa básico de acción el mejoramiento del nivel de vida de las masas. Su sinceridad no era puesta en duda necesariamente. Sin embargo, en esa misma época apareció la connotación peyoratoria del concepto, tal como lo conocemos ahora, de tal forma que Tucídides llamaba al régimen de Pericles "la democracia de la laringe", y Demóstenes señalaba que "los oradores no hacen sino hablar como el público quiere que hablen".Es bien conocido, asimismo, el sentido que tiene para Aristóteles este término, es decir el gobierno apoyado en las multitudes pero ejercido en favor de intereses particulares, y Aristófanes, en su obra Los Caballeros, conceptúa a la demagogia como el engaño al pueblo por parte de sus gobernantes.
En la actualidad, el término ha cobrado diversas acepciones. Entre las principales, y más comunmente aceptadas, están:
a) La dominación tiránica sobre el pueblo.
b) El uso, por parte de los gobiernos, de medios que contradicen a fines identificados con el interés general.
c) El esfuerzo de los líderes por concentrar el poder en su manos dentro de organizaciones democráticas, apelando el apoyo de las bases.
d) La excitación de las ba as pasiones de las masas populares, para alcanzar un fin político determinado.
e) La actitud de quienes, para conquistar el favor popular, hacen promesas que saben falsa o inalcanzables, y simulan estar de acuerdo con los valores y opiniones en boga.
Las dos primeras acepciones han sido utilizadas frecuentemente para calificar a los regímenes dictatoriales y totalitarios, incluyendo a los de signo comunista, principalmente por parte de los defensores de las democracias occidentales.
El tercer significado es aplicable a líderes y dirigentes de todo tipo de organizaciones sociales, partidos políticos, sindicatos, confederaciones, etc., que pasan por alto la formabilidad democrática de estos cuerpos para escapar en lo posible a su control, y concentrar en sus manos mayor poder de decisión.
La cuarta acepción suele usarse para caracterizar a líderes de corte nazi-fascista y otros similares.
Es la última acepción la que probablemente se identifique más en México con la palabra demagogia, aunque es obvio que el segundo sentido aquí señalado también se puede aplicar a la realidad mexicana. En todo caso, la actitud demagógica está asociada a la idea de falta de sinceridad, fingimiento, ocultamiento y cinismo en lo que se refiere a la práctica política, y que se refleja en el discurso público. Así, una declaración determinada por parte de un líder podría o no ser demagógica, dependiendo fundamentalmente de la sinceridad e intenciones reales del mismo.
Sin embargo, dada la complejidad de la mente humana, es muy díficil encasillar a los políticos en dos categorías puras: el que busca su propio interés a costa de todo, y el que se entrega de manera total al servicio público. Estas categorías, cuando mucho, pueden considerarse como los polos de una amplia gama de puntos intermedios en la cual se podrían ubicar los políticos reales. El prototipo del primer polo podría muy bien ser Cesar Borgia, en quien Maquiavelo se inspiró para dibujar a su príncipe, y el segundo puede estar perfectamente representado por un líder de la talla de Gandhi. Pero estos son personajes más o menos atípicos. Además, había que señalar la dificultad para detectar con claridad las intenciones y propósitos de gran parte de los políticos, pues ellos mismos elaboran complicadas argumentaciones para convencerse de que, aunque persigan una meta personal, no son ajenos a los problemas de su comunidad.
Es posible entonces concebir a un político que tiene claras intenciones de obtener poder, prestigio y riqueza a través de su actividad, pero que al mismo tiempo se tiene por un benefactor social, o un comprometido revolucionario popular.
Así pues, no siempre es posible dilucidar con precisión la sinceridad de un gobernante. Evidentemente, el criterio inevitable parajuzgar la actuación política de éste es el de sus resultados concretos. Tal como apunta Maquiavelo: "De las intenciones de los hombres, y más aún de los príncipes, como no pueden someterse a la apreciación de tribunales, hay que juzgar por sus resultados.
OTRAS FORMAS DE GOBIERNO
COMUNISMO (SOCIALISMO)
Es el gobierno ejercido por un solo partido que representa al pueblo y que administra todos los bienes de producción (empresas, fabricas, herramientas, etc.) ejerciendo un control estricto sobre las actividades sociales, económicas y políticas de la sociedad.
A este gobierno se le llama comunista porque centra su poder en la comunidad; el partido único tiene como misión la coordinación de todo un grupo para obtener resultados en comunidad. Las personas que pertenecen al partido político no deben tener ninguna clase de privilegios en particular.
Se puede rastrear el nacimiento del comunismo en los albores de la Revolución Industrial, ello debido al surgimiento de movimientos obreros que reclamaban seguridad laboral y salarial ?estos movimientos, en algunos casos, fueron violentos (destrucción de maquinas y producción) y en otros casos constituyeron uniones de trabajadores que estuvieron por mucho tiempo prohibidas ante la ley.
Las principales ideologías que fundamentaron el nacimiento de las doctrinas comunistas no fueron fruto del pensamiento obrero sino del trabajo de intelectuales pertenecientes a los sectores más acomodados. Una de estas corrientes ideológicas, el socialismo (término que apareció en 1830) afirmaba:
- Una resuelta oposición al capitalismo industrial.
- La necesidad de que los bienes materiales no fuesen propiedad privada.
Las formas o métodos con las cuales los socialistas pretendían lograr estos fines variaban:
Socialismo utópico: Describía sociedades ideales, como por ejemplo aquellas fundamentadas en la noción de cooperativas de trabajadores sin propiedad privada (Owen) o en tecnocracias, es decir, en Estados que estuvieran gobernados por científicos, técnicos e industriales (conde de Saint-Simon).
Catolicismo social (Francia y Bélgica): En 1850, obispos, sacerdotes y personas cercanas a la Iglesia reclamaban al Estado mejores y más reglamentadas condiciones para los trabajadores que incluyeran la protección moral de los trabajadores frente a los dueños de las industrias.
Revolución social: Los revolucionarios socialistas franceses desataron la revolución de 1848, ellos creían que la mejor forma de hacer la revolución era tomándose el poder por la fuerza.
Socialismo científico: Carlos Marx y Federico Engels son sus principales exponentes; juntos redactaron un programa teórico y practico: el Manifiesto del Partido Comunista (1848), en el cual se hace un llamado a todos los obreros del mundo para hacer la revolución contra la burguesía. En su obra, Marx expone las siguientes ideas:
- Los medios de producción no pueden ser propiedad privada, pues son riqueza y la riqueza es fruto del trabajo.
- Toda la historia de la humanidad ha sido una lucha de clases.
- La lucha de las clases terminará cuando los trabajadores acaben por completo con el capitalismo industrial; la única manera de conseguirlo es por medio de la revolución.
Las ideas de Marx tuvieron especial acogida entre los campesinos rusos, en especial entre las facciones menchevique (revolucionarios comunistas moderados) y bolchevique (revolucionarios comunistas radicales), estos últimos, guiados por Lenin y Trotsky, se hicieron al poder en Rusia con la ayuda de ciertos sectores del ejercito ruso que había resultado aplastado por los ejércitos prusianos durante las campañas bélicas de los años 1914, 1915 y 1916 en Europa (Primera Guerra Mundial). Llegado el año de 1917, en marzo se presentó un primer movimiento de insurrección liderado tanto por los mencheviques (al mando de Kerenski) como por los bolcheviques, lo que dio fin a la existencia del Imperio ruso y comienzo al gobierno comunista moderado de Kerenski, pero tan sólo con los acontecimientos del 24 y 25 de octubre se definió, tras la victoria de los bolcheviques sobre las facciones moderadas del gobierno de Kerenski, la definitiva implantación de un gobierno comunista en Rusia, que de ahí en adelante adoptaría el nombre de Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas. Nobles, Iglesia, industriales y terratenientes fueron despojados de sus riquezas y el Estado pasó a ser el dueño de tierras y fabricas.
Pero la expansión de las ideas socialistas no tuvo únicamente a la Unión Soviética por escenario, pues muchos países escogieron este camino, como es el caso de China, Cuba, Yugoslavia (tras la lucha partisana comandada por Tito), etc. Muchos de estos gobiernos fueron el resultado de auténticas luchas nacionales en pro de un mejoramiento de las formas de vida de sus pueblos (como fue el caso de Chile durante el gobierno de Salvador Allende, o el de Guatemala durante el gobierno de Jacobo Arbenz), pero también hubo muchos gobiernos de tipo socialista que fueron el resultado de la imposición de las políticas de expansión de la Unión Soviética (como es el caso de Rumania, Polonia o Checoslovaquia, entre otros).
En la Biblioteca virtual puede obtener más información sobre este tema en:
El comunismo Gerardo Molina fija los rasgos esenciales del comunismo y del socialismo.
Marx y el Bolívar de Marx Reseña de Germán Pinto sobre el libro |Bolívar y Marx, dos enfoques polémicos, de Carlos Uribe Celis.
| Bibliografía
Deutsch, Karl, |Política y gobierno, Fondo de cultura económica, Madrid, 1976.
Echeverry, Álvaro, |Teoría constitucional y ciencia política, Ediciones Librería del profesional. Santafé de Bogotá, 1997.
ANARQUISMO
Siempre se ha tendido a asociar al anarquismo con la falta de gobierno en un Estado pero el término, en realidad, no es tan radical.
El anarquismo se refiere a la perturbación que ocurre en la vida pública por cuenta de la relajación de la autoridad que ostenta el Estado.
Entre las figuras centrales del pensamiento Anarquista se pueden identificar a Bakunin y Kropotkin.
El anarquismo nace en el siglo XIX, tras varios siglos de cambios fundamentales en las estructuras de producción. Hacia finales del siglo XVIII, la industria todavía no contaba con maquinas, de manera que el elemento más importante en la producción era el hombre, pero con el advenimiento del la Revolución Industrial éste dejó de ser un simple siervo para convertirse en un proletario.
Es durante el proceso de transición que va de la producción manual a la producción industrial cuando nace el anarquismo: antes de que la mayoría de la población europea se sumara al proletariado, existía, aparte de la burguesía dueña de los nacientes medios de producción, otra clase social calificada, instruida y dueña de su tiempo y de ciertos medios de producción: el artesanado, el cual, con la aparición masiva de las maquinas, fue absorbido por el sistema y obligado por el mismo a dejar sus pequeños talleres, ello debido especialmente al creciente endeudamiento que la compra de materia primas le acarreaba, así como a la monopolización del mercado por parte de las grandes industrias, lo que hizo que el artesanado dejase de ser un bloque de mediano poder en la sociedad para convertirse en un grupo de mano de obra calificada para las industrias.
Este proceso ocurrió con mayor notoriedad en Inglaterra y Francia; este último país fue en donde nacieron las ideas de Pierre Joseph Proudhon, quien habría de convertirse en una figura emblemática del anarquismo moderno, siendo su pensamiento uno de los principales impulsores de las revueltas obreras acaecidas en Francia en 1830 y 1848.
En 1830 estalla la insurrección de tejedores de Lyon, donde la mano de obra calificada de talleres manufactureros sale a las calles para protestar por el monopolio que ejercen los dueños de las grandes fábricas y los comerciantes del sector. Proudhon aboga por un proyecto de sociedad en donde la producción sea realizada en pequeños talleres independientes dentro de un tejido social pluralista basado en la honestidad, la dignidad y el trabajo.
El anarquismo rechaza la propiedad, pues sostiene que ésta es un robo, pero a la par rechaza el colectivismo; niega el papel del Estado, pero a la vez considera que la existencia de un agente regulador que proteja los derechos individuales es indispensable.
En la Biblioteca virtual puede obtener más información sobre este tema en:
El comunismo Gerardo Molina describe los rasgos esenciales del comunismo y del socialismo.
Revista Historia crítica, núm. 22 Documento de Patricia Wills, en el que cuestiona la historia de la democracia en Colombia.
| Bibliografía
Ansart, Pierre, |El nacimiento del anarquismo, Amorrortu editores, Buenos Aires, 1970.
FORMAS DE GOBIERNO
Las formas de gobierno no son otra cosa que el modo y la manera de proceder de una constitución política; es decir, los métodos que utilizan los gobernantes para administrar, organizar, y ejercer orden y control sobre la población.
Durante casi toda la historia de la humanidad, el gobierno de la población ha sido ejercido por unos pocos que dominan, oprimen y controlan a la mayoría, lo único que ha cambiado es la forma de hacerlo; en tiempos remotos se hacia por medio de tribus, cacicazgos, dinastías, etc. De un tiempo para acá, las formas de gobierno han variado y son muy diversas en cuanto al cómo y a cuántas personas ejercen el poder.
Entre las formas de gobierno más comunes se encuentran la monarquía, la teocracia, la aristocracia, la tiranía, la dictadura, el comunismo y la democracia.
| Bibliografía
|Diccionario Planeta de la Lengua española, editorial Planeta, Bogotá, 1982
DIFERENCIAS ENTRE FORMAS DE GOBIERNO Y FORMAS DE ESTADO
Esta diferencia radica en que las Formas de Estado tienen en consideración la distribución espacial del poder. Tienen en cuenta el territorio Pueden respetarlas o no. Las Formas de Gobierno hacen referencia a la distribución funcional del poder. Se crean determinados organismos a los que se les atribuye funciones.
Formas de Estado: Se clasifican en 3 clases:- Estados unitarios
- Estados federales
- Confederación de Estados
Formas De Gobierno: según el pensador se clasifican distinto. La más clásica es la griega la cual tiene como parámetro si la forma de gobierno respeta o no la ley.
Monarquía: conforme a las leyes ejercido por uno.
Aristocracia: conforme a las leyes ejercido por unos pocos
Democracia: conforme a las leyes ejercido por muchos.
ARISTÓTELES:
Monarquía: conforme al bien común ejercido por uno
Aristocracia: conforme al bien común ejercido por unos pocos
Democracia: conforme al bien común ejercido por muchos
Formas puras Formas impuras
Monarquía ® Tiranía o Totalitarismo
Aristocracia ® Oligarquía
Democracia ® Demagogia
No hay correlato entre Formas de gobierno y Formas de Estado. Puede haber un Estado unitario gobernado por una democracia (Francia) y, por ello, un Estado unitario no tiene porqué ser monarquía.También pueden haber Estados federales como España con una monarquía y EE.UU. con un régimen presidencialista. Todas las combinaciones son posibles.
La Federación de Estados admite mayor o menor centralización o descentralización del poder. No hubieron ejemplos de centralización ni descentralización absoluta. Lo que se ve son casos intermedios que se acercan más a uno u otro.
El emperador buscaba la centralización absoluta, pero ésta chocaba con el espacio físico: las diferencias geográficas, ya que las distancias eran muy amplias.
MONTESQUIEU Y LAS FORMAS DE GOBIERNO
Montesquieu cuenta con dos obras fundamentales; las Cartas Persas y El Espíritu de las Leyes en las cuales desarrolla temas comunes como el horror que siente por toda forma de despotismo.
Montesquieu sostiene que hay tres formas de gobierno: gobiernos republicanos, los cuales puedan tomar indistintamente la forma democrática o aristocrática; monarquías; y despotismos. A diferencia de Aristoteles, Montesquieu no distingue a las formas de gobierno según la virtud del soberano. Cada forma de gobierno tiene un principio, un conjunto de pasiones humanas que se constituyen en su motor; y cada una puede ser corrompida si sus principios se encuentran indeterminados o son destruidos.
En una democracia, el pueblo es soberano. Ellos pueden gobernar a través de ministros, o ser aconsejados por un senador, pero ellos deben tener el poder de elegir sus ministros y senadores. El principio de la democracia es la virtud política, por la cual Montesquieu señala "el amor a las leyes" que incluye la constitución democrática. La forma de un gobierno democrático entiende al sufragio y al voto como leyes fundamentales. La necesidad de proteger los principios, sin embargo, impone requerimientos más extensivos. La virtud requerida para un funcionario democrático no es natural, ya que es preciso "una preferencia constante de lo público por sobre el interés privado."
Una democracia debe educar a sus ciudadanos para identificar sus intereses con los intereses de su propio país, y deberá contar con mecanismos para protegerlos más. Debe propenderse a establecer el principio de la frugalidad como ley, para prevenir a los ciudadanos a ser tentados por el avance de sus propios intereses a expensas del interés común; por esta misma razón, las leyes por las cuales la propiedad es transferida deben apuntar a preservar una igual distribución entre los ciudadanos.
La democracia puede resultar corrompida a través de dos maneras: por lo que Montesquieu entiende como "el espíritu de la desigualdad" y por "el espíritu de la extrema igualdad". El primer caso se pone de manifiesto cuando los ciudadanos no logran identificar profundamente sus intereses con los intereses de su propio país, y por lo tanto buscan hacer valer sus intereses propios a expensas de los de sus conciudadanos. El espíritu de la extrema igualdad irrumpe cuando la gente no se contenta con ser igual como ciudadanos, sino que pretende ser igual en todo sentido. En una democracia, la gente elige magistrados para ejercer el poder ejecutivo y ellos respetan y obedecen. Si estos funcionarios faltan su respeto, ellos son reemplazados. Cuando el espíritu de la extrema igualdad cobra forma, sin embargo, los ciudadanos o bien no respetan, o no obedecen a ningún magistrado. Ellos "quieren manejar todas las cosas por sí mismos, para debatir por el Senado, para ejecutar por el magistrado, y decidir por los jueces". Eventualmente el gobierno cesará de funcionar, el último remanente de la virtud desaparecerá y la democracia dará paso al despotismo.
En un aristocracia, una parte gobierna al resto. El principio de un gobierno aristocrático es moderación, la virtud que se impone para aquellos que gobiernan en una aristocracia es restringirse de oprimir al pueblo y de tratar de adquirir excesos de poder a expensas del resto. En una aristocracia, las leyes deberán estar encaminadas a inspirar y proteger este espíritu de moderación. Para lograrlo, ellos deben hacer tres cosas. Primero, las leyes deben prevenir que los nobles abusen del pueblo. El poder de la nobleza es el principal riesgo de una aristocracia; para evitarlo, la ley debe denegarle a la nobleza algunos poderes, como el poder de gravar, fomentando la responsabilidad y la administración moderada. Segundo, la ley debe encubrir como sea posible las diferencias entre la nobleza y el pueblo, a fin de que la gente sienta su falta de poder lo menos posible. Por consiguiente, la nobleza debe tener maneras modestas y simples a fin de que la gente pueda olvidar su sometimiento y debilidad. Finalmente, las leyes deben tratar de asegurar igualdad entre los propios nobles, y entre las familias de los nobles. Cuando ello falla, la nobleza pierde su espíritu de moderación y el gobierno se corrompe.
En una monarquía, una persona gobierna "mediante leyes inmutables y establecidas". De acuerdo a Montesquieu, estas leyes "necesariamente suponen los canales de intermediación por los cuales el poder de la monarquía fluye: si estas leyes son solamente producto de la momentánea y caprichosa voluntad de una sola persona para gobernar el estado, nada puede ser cambiado, y, por supuesto no hay ley fundamental". Estos canales de intermediación son instituciones subordinadas como la nobleza y una judicatura; y las leyes de una monarquía deberían por lo tanto ser designadas para preservar ese poder. El principio de un gobierno monárquico es el honor.
Una monarquía se corrompe cuando el monarca o bien destruye las instituciones subordinadas que lo inhiben, o decide gobernar arbitrariamente, sin miramiento alguno para con las leyes básicas de su país, o envilece los honores por los cuales sus ciudadanos podrían clamar. Las primeras dos formas de corrupción destruyen los controles soberanos que separan la monarquía del despotismo; la tercera cercena la conexión entre la conducta honorable y sus propios incentivos. En una monarquía, las ambiciones personales y el sentido del honor operan en forma conjunta. Esta es la gran fuerza de la monarquía y la fuente de su extraordinaria estabilidad: ya sea si sus ciudadanos actúan con genuina virtud, un sentido de su propio valor, un deseo de servir a su rey, ellos serán dirigidos a actuar de un modo en la que sirvan a su país. Una monarquía que opera arbitrariamente, o en la que estímulos serviles e innobles son los que priman, en lugar de un honor genuino, cercena y corrompe a este gobierno.
En un estado despótico "una sola persona dirige todo por sus propios designios y caprichos". Sin leyes para controlarlo, y sin necesidad de ser asistido por nadie, un déspota puede hacer lo que guste, sin embargo será imprudente o reprobable. Su sometimiento no será menor que en la esclavitud, ya que él puede deshacerse de quien sea, tal como le parezca. El principio del despotismo es el miedo. Este temor es fácilmente sostenido, teniendo en cuanta que el sometimiento genuino de un déspota es a través del terror. La educación resulta innecesaria en un despotismo; en caso de que ella exista, estará basada en quebrar la mente y el espíritu. Aquellas ideas como el honor y la virtud no existen en la sumisión del déspota, ya que las "personas capaces de anteponer sus propios valores serían consideradas como creadores de disturbios. El miedo, por lo tanto, deprime los espíritus, y extingue aún el mínimo sentido de ambición".
Montesquieu escribe que "el principio de un gobierno despótico se vincula con una continua corrupción, debido a que es naturalmente corrupto". Esto es verdadero desde varios puntos de vista.
Primero, los gobiernos despóticos se socavan a sí mismos. Debido a que la propiedad no se encuentra asegurada, el comercio no florecerá, y el estado será cada vez más pobre. El pueblo debe ser mantenido en un estado de terror mediante la amenaza y la pena; sin embargo, a través del tiempo, las penas necesitarán ser cada vez más severas hasta que la propia amenaza pierda su propia fuerza. Nada se desarrolla conforme a la inteligencia. Un déspota es naturalmente ocioso, voluptuoso e ignorante, y carece de interés en gobernar realmente para su pueblo. Optará por un visir para gobernar por él, retirándose a su harén para satisfacer sus propósitos de placer. Con su ausencia, sin embargo, la intriga comenzará a amenazarlo de múltiples maneras, considerando que el odio es la respuesta a su sometimiento, y que poco hay para perder formando parte de una conspiración que amenace derrocarlo. El déspota no podrá recurrir a su ejército para que lo proteja, teniendo en cuenta la probabilidad de que sus propios generales traten de apoderarse de su poder. Por esta razón, el déspota carece de seguridad al igual que el pueblo.
Segundo, los gobiernos monárquicos y republicados cuentan con específicas estructuras gubernamentales, y requieren que sus ciudadanos tengan específicos tipos de motivación. Cuando estas estructuras se desmoronan, o estas motivaciones caen, las monarquías o repúblicas son corrompidas, y el resultado de esta corrupción es que desembocarán en el despotismo. Pero cuando un gobierno despótico cae, no necesariamente serán reemplazado por una monarquía o república. La instauración de una monarquía o república estable es extremadamente dificultoso: "una obra de arte de la legislación, raramente se produce por azar, y rara vez se genera por prudencia". Es particularmente difícil instaurar la vigencia de la ley cuando previamente se ha brutalizado y degradado por medio del despotismo. Por esta razón el despotismo necesariamente se erige como una particular relación de corrupción que lo distingue de otras formas de gobierno: mientras en éstas la corrupción es factible, en el despotismo es su propia esencia.
Fuente:
RÉGIMEN MONÁRQUICO
El régimen monárquico es un régimen político que se ha implantado en distintos países europeos y asiáticos a lo largo de su historia política.
La monarquía sorprende a muchos analistas políticos al subsistir en medio de un mundo globalizado, aunque se entiende que el predominio de este régimen a lo largo de Europa, en países como Inglaterra o España (entre otros), se debe a la confianza que el pueblo (los súbditos) deposita en la figura de un rey o una reina, lo cual implica que, legitimada en una Constitución, la voluntad de los habitantes es depositada en una corona, la cual es responsable de garantizar la convivencia, la democracia, la estabilidad y las libertades de sus ciudadanos.
Para los ingleses, que es el pueblo que con más firmeza representa la tradición de la institución monárquica, coinciden en afirmar que la función de la Corona recae en "aconsejar, animar o proteger y ser consultado o informado".
Con estas palabras se quiere expresar el sentimiento del pueblo hacía la Corona y cómo ésta debe controlar las instituciones políticas, ayudar a sus habitantes y, sobre todo, consultar sus necesidades y sus interrogantes.
En la Biblioteca virtual puede obtener más información sobre este tema en:
La provincia de Muzo en 1754. Informe presentado al rey Documento de Amado A. Guerrero Rincón sobre el informe solicitado por el Rey acerca de la situación de la región de Muzo en 1754. En: |Anuario colombiano de historia social y de la cultura, núm. 20, 1992.
1848 Texto de Gerardo Molina sobre las revoluciones europeas de 1848.
La historia y los demonios Esta es una reseña de Rodrigo Zuleta sobre el libro |Monarquía del diablo en la legitimidad del Nuevo Mundo americano, de Antonio Julián.
Bibliografía
DICTADURA O TIRANIA
La dictadura es una forma de gobierno que se caracteriza fundamentalmente por la falta de control democrático en la gestión pública.
En el último siglo, las dictaduras han surgido generalmente en momentos de crisis política y económica para hacer frente a movimientos revolucionarios de origen popular que representan un peligro para los intereses de las clases privilegiadas.
Es el gobierno que se ejerce fuera de las leyes constitutivas de un país.
Las dictaduras son ejercidas habitualmente (aunque no siempre) por militares (durante el siglo XX hay muchos ejemplos de ello: Adolfo Hitler en Alemania durante el auge del nacionalsocialismo, Benito Mussolini en Italia, Francisco Franco en España, así como los innumerables ejemplos que se pueden encontrar en Latinoamérica, África y Asia durante la segunda mitad del siglo XX).
Hay un tipo de dictadura que fue llamado por Marx "dictadura del proletariado", que puede definirse como una forma de gobierno instituida por el proletariado una vez que se acaba con el régimen capitalista y se accede a todos los niveles del poder estatal; tiene por objeto consolidar la revolución socialista e impedir la restauración de la clase burguesa en el poder. La dictadura del proletariado es considerada como una etapa transitoria que dará paso a un Estado de todo el pueblo, que es el primer paso para conseguir una sociedad comunista.
En Colombia, al contrario de lo que ha sucedido en la mayoría de países de América Latina, que se han visto sometidos a repetidas dictaduras; tan sólo se dio un caso, que fue el del golpe militar de Gustavo Rojas Pinilla, llevado a cabo en el año de 1953. Una vez en el poder, el general Rojas Pinilla cerró el Congreso, despojando a Colombia de sus características constitucionales y democráticas. Esta dictadura duró poco, pues cuatro años después, en 1957, el general Rojas cedió su cargo a la Junta militar, quienes luego darían paso al Frente Nacional.
| Bibliografía
|Diccionario Larousse ilustrado, Ramón García, editorial Larousse, Buenos Aires, 1991.
|Enciclopedia Salvat,. tomo IV, Salvat editores S.A., Barcelona, 1972.
ARISTOCRACIA
Del griego aristocratia; de aristos, mejor, y kratos, fuerza, dominio). Gobierno en el que solo ejercen el poder las personas más notables del estado. Puede ser destacada por su posición económica, social o cultural. Esto no significa necesariamente que tenga el atributo de la primera parte del vocablo que nos ocupa: aristos, que significa mejor
Del griego aristocratia; de aristos, mejor, y kratos, fuerza, dominio).
Gobierno en el que solo ejercen el poder las personas más notables del estado.
Esta definición tomada del diccionario resulta imperfecta y confusa porque por notable se entiende a una persona destacada en un lugar. Puede ser destacada por su posición económica, social o cultural. Esto no significa necesariamente que tenga el atributo de la primera parte del vocablo que nos ocupa: aristos, que significa mejor.
Es por eso que parece más acertado definir aristocracia como el gobierno de los mejores.
El problema radica en que se confunde nobleza con aristocracia, siendo estos, dos conceptos diferentes. La confusión surge desde una época antigua de la historia: Grecia y Roma. En Grecia existían dos sentidos del término: el gobierno de los más poderosos y el gobierno ideal de los mejores. En el primero de los casos, donde el ser "poderoso" implica posesión que se transmite por herencia, esta da la condición de poderosa a quien la recibe y se instituye de esta manera una continuidad hereditaria que es el atributo de la nobleza. Se deforma el concepto de aristocracia porque la condición de mejor no puede ser transmitida por herencia.
En Roma sucede una cosa parecida pues se transmite la condición de noble por la sangre: se es ilustre por la sangre. Por otra parte, en Roma la nobleza encierra la idea de virtud, cosa que lleva a confundir nobleza con aristocracia.
En la Edad Media y en la Moderna, la institución de la nobleza consolida la confusión con aristocracia hasta nuestros días.
Para desligar los conceptos es necesario aclarar que nobleza es una condición social que se produce por medio de la herencia, y aristocracia es una condición que se da en el gobierno cuando éste es ejercido por los mejores. De allí, en sentido amplio se debe utilizar la palabra aristócrata para definir a quien tiene características virtuosas que lo hacen distinto de los demás en sentido superior y por méritos propios.
Se puede tener atributos de nobleza transmitidos por herencia y no revestir ninguna calidad especial que lo diferencie de los demás. No se puede pertenecer a la aristocracia si no se tienen virtudes y condiciones especiales que llevan a una persona a la categoría de mejor.
Ortega y Gasset en su "Rebelión de las masas", distingue al hombre selecto del hombre vulgar, del hombre-masa como él le llama. Para Ortega aquel es el que se exige mucho a sí mismo, y el hombre-masa el que no se exige nada, "sino que se contenta con lo que es y esta encantado consigo". Esto establece una distinción entre un hombre y otro. El hombre selecto es el hombre que al exigirse busca ser mejor y en cierto modo lo es porque se exige. Es el hombre que para Ortega pertenece a la elite, que es una minoría selecta que dirige el cuerpo social.
Este hombre selecto, lo mismo que el hombre-masa, pertenecen a todas las clases sociales. Pertenecer a la elite no es atributo de una clase determinada, sino de la condición de ser mejor del hombre que se exige. Ser hombre-masa tampoco es distintivo de ninguna clase social. Una persona de la clase alta, por sus condiciones de vulgaridad, y por no exigirse se convierte en hombre-masa.
El concepto de hombre selecto de Ortega está estrechamente ligado con el de aristocracia, ya que las condiciones de aquel son las necesarias para pertenecer a ésta.
Lo anteriormente expuesto nos lleva a la conclusión de que aristocracia es un concepto dinámico, que se distingue totalmente del de nobleza por determinar ésta una condición estática de clase.
La aristocracia considerada como el gobierno de los mejores y en funciones de tal, para mantener su condición tiene que asumir un papel de permanente autosuperación y superación con referencia a otros aristócratas que pugnan por suplantarla. La elite que está en el poder, para conservarlo debe ser suficientemente amplia y estar en condiciones de interpretar las nuevas situaciones y fenómenos que se producen en la sociedad. De lo contrario incurre en un estado de anquilosamiento que la lleva a su degeneración, desvirtuando su condición de aristocracia.
La historia nos muestra que cuando una elite llega al poder sufre una transformación. Comienza su actuación con vigor, se estabiliza y se vuelve conservadora, y esta situación la lleva a ser insensible frente a nuevas condiciones, produciendo esto su decadencia. Es en este momento en que es suplantada por una nueva elite.
Es posible que la situación de decadencia se produzca porque el hombre selecto ha dejado de exigirse y se transforma en el hombre-masa de Ortega. Entonces es importante que sea suplantado por una nueva elite que está en la etapa de su exigencia, que la hace ser mejor en beneficio de la sociedad.
También se ha confundido aristocracia con oligarquía, y esta confusión surge como la anterior en la misma época. Oligarquía es el gobierno de unos pocos sin la condición de que sean los mejores, sino los más poderosos.
DCP - de la Vega.
DEMOCRACIA
En Grecia, en el 500 a.C., la gente vivía en pequeñas ciudades llamadas |polis, y los ciudadanos de éstas eran llamados |demos (pueblo); así surgió el nombre de democracia, que significa gobierno del pueblo; donde los ciudadanos podían opinar acerca de las leyes, normas y reformas.
En la actualidad, la gran mayoría de países en el mundo son democráticos, y estructuran sus formas de gobierno en principios establecidos durante la Revolución Francesa, tales como:
· Igualdad: Todos los hombres son iguales ante la ley sin importar su color de piel, sexo, religión o condición social.
· Libertad: Todos los ciudadanos pueden hacer aquello que no les prohíba la ley.
· Constitución: Conjunto de leyes que sean aplicables a todos los ciudadanos de un Estado.
· Representatividad: Los ciudadanos tienen derecho a elegir y ser elegidos; el voto es el mecanismo que permite la representación de todos los ciudadanos en cabeza de unos pocos para que se puedan hacer cargo del gobierno.
En el siglo XIX, la democracia fue entendida específicamente como la designación de los gobernantes por medio del sufragio; pero la democracia es más que eso: es la participación de la ciudadanía en el poder, pues entre más alta sea la participación de los ciudadanos en un país se puede decir que es más alto el grado de democracia en éste.
Para que haya una democracia verdadera, se necesita de una confrontación de ideas, que haya oposición; en la mayoría de los países esta oposición y confrontación ideológica tiene en los partidos políticos y movimientos sociales a sus representantes: "La democracia no acaba con la dominación política, pero intenta controlarla mediante la división de los poderes, la vigencia de los derechos humanos, el derecho a la oposición y la oportunidad de una oposición de ser gobierno" | 1
Las sociedades democráticas están divididas en dos:
Sociedades democráticas heterogéneas. Son aquellas que están diferenciadas por factores sociales, geográficos y culturales. Las elecciones cumplen el papel de expresar los diferentes intereses de esa sociedad.
Sociedades democráticas homogéneas: En éstas, las elecciones cumplen el papel de legitimación del sistema político, del gobierno o del partido: ratifican el apoyo o deslegitimación a un partido o coalición (agrupación de partidos o movimientos); expresan tendencias o preferencias políticas; canalizan los conflictos hacia soluciones pacificas; conforman la oposición al gobierno y desarrollan una conciencia y una cultura políticas.
En Colombia, el primer presidente elegido democráticamente fue el conservador José Vicente Concha, en el año de 1914; esta practica democrática en Colombia reinó hasta el año de 1953, cuando el general Gustavo Rojas Pinilla da un golpe de Estado que lo mantuvo en el poder hasta 1957, cuando una junta militar toma el poder. Desde 1958 hasta 1974, la democracia en Colombia fue muy frágil por la existencia del Frente Nacional, en el cual los dos partidos mayoritarios (Liberal y Conservador) deciden alternarse el poder. A partir de 1974 se vuelve a elegir a los Presidentes mediante el uso del sufragio popular.
I. Concepto de demagogia
El término demagogia ha tenido y tiene diversos sentidos. En la antigua Grecia llegó a tener incluso una connotación positiva, lo que generalmente no ocurre hoy. Así, el demagogo era aquél que tenía grandes habilidades para tratar muchedumbres, así como presencia física y elocuencia en la oratoria. En este sentido, frecuentemente se presenta a Pericles como el prototipo del demagogo. También se decía de aquellos políticos que tenían como programa básico de acción el mejoramiento del nivel de vida de las masas. Su sinceridad no era puesta en duda necesariamente. Sin embargo, en esa misma época apareció la connotación peyoratoria del concepto, tal como lo conocemos ahora, de tal forma que Tucídides llamaba al régimen de Pericles "la democracia de la laringe", y Demóstenes señalaba que "los oradores no hacen sino hablar como el público quiere que hablen".Es bien conocido, asimismo, el sentido que tiene para Aristóteles este término, es decir el gobierno apoyado en las multitudes pero ejercido en favor de intereses particulares, y Aristófanes, en su obra Los Caballeros, conceptúa a la demagogia como el engaño al pueblo por parte de sus gobernantes.
En la actualidad, el término ha cobrado diversas acepciones. Entre las principales, y más comunmente aceptadas, están:
a) La dominación tiránica sobre el pueblo.
b) El uso, por parte de los gobiernos, de medios que contradicen a fines identificados con el interés general.
c) El esfuerzo de los líderes por concentrar el poder en su manos dentro de organizaciones democráticas, apelando el apoyo de las bases.
d) La excitación de las ba as pasiones de las masas populares, para alcanzar un fin político determinado.
e) La actitud de quienes, para conquistar el favor popular, hacen promesas que saben falsa o inalcanzables, y simulan estar de acuerdo con los valores y opiniones en boga.
Las dos primeras acepciones han sido utilizadas frecuentemente para calificar a los regímenes dictatoriales y totalitarios, incluyendo a los de signo comunista, principalmente por parte de los defensores de las democracias occidentales.
El tercer significado es aplicable a líderes y dirigentes de todo tipo de organizaciones sociales, partidos políticos, sindicatos, confederaciones, etc., que pasan por alto la formabilidad democrática de estos cuerpos para escapar en lo posible a su control, y concentrar en sus manos mayor poder de decisión.
La cuarta acepción suele usarse para caracterizar a líderes de corte nazi-fascista y otros similares.
Es la última acepción la que probablemente se identifique más en México con la palabra demagogia, aunque es obvio que el segundo sentido aquí señalado también se puede aplicar a la realidad mexicana. En todo caso, la actitud demagógica está asociada a la idea de falta de sinceridad, fingimiento, ocultamiento y cinismo en lo que se refiere a la práctica política, y que se refleja en el discurso público. Así, una declaración determinada por parte de un líder podría o no ser demagógica, dependiendo fundamentalmente de la sinceridad e intenciones reales del mismo.
Sin embargo, dada la complejidad de la mente humana, es muy díficil encasillar a los políticos en dos categorías puras: el que busca su propio interés a costa de todo, y el que se entrega de manera total al servicio público. Estas categorías, cuando mucho, pueden considerarse como los polos de una amplia gama de puntos intermedios en la cual se podrían ubicar los políticos reales. El prototipo del primer polo podría muy bien ser Cesar Borgia, en quien Maquiavelo se inspiró para dibujar a su príncipe, y el segundo puede estar perfectamente representado por un líder de la talla de Gandhi. Pero estos son personajes más o menos atípicos. Además, había que señalar la dificultad para detectar con claridad las intenciones y propósitos de gran parte de los políticos, pues ellos mismos elaboran complicadas argumentaciones para convencerse de que, aunque persigan una meta personal, no son ajenos a los problemas de su comunidad.
Es posible entonces concebir a un político que tiene claras intenciones de obtener poder, prestigio y riqueza a través de su actividad, pero que al mismo tiempo se tiene por un benefactor social, o un comprometido revolucionario popular.
Así pues, no siempre es posible dilucidar con precisión la sinceridad de un gobernante. Evidentemente, el criterio inevitable parajuzgar la actuación política de éste es el de sus resultados concretos. Tal como apunta Maquiavelo: "De las intenciones de los hombres, y más aún de los príncipes, como no pueden someterse a la apreciación de tribunales, hay que juzgar por sus resultados.
OTRAS FORMAS DE GOBIERNO
COMUNISMO (SOCIALISMO)
Es el gobierno ejercido por un solo partido que representa al pueblo y que administra todos los bienes de producción (empresas, fabricas, herramientas, etc.) ejerciendo un control estricto sobre las actividades sociales, económicas y políticas de la sociedad.
A este gobierno se le llama comunista porque centra su poder en la comunidad; el partido único tiene como misión la coordinación de todo un grupo para obtener resultados en comunidad. Las personas que pertenecen al partido político no deben tener ninguna clase de privilegios en particular.
Se puede rastrear el nacimiento del comunismo en los albores de la Revolución Industrial, ello debido al surgimiento de movimientos obreros que reclamaban seguridad laboral y salarial ?estos movimientos, en algunos casos, fueron violentos (destrucción de maquinas y producción) y en otros casos constituyeron uniones de trabajadores que estuvieron por mucho tiempo prohibidas ante la ley.
Las principales ideologías que fundamentaron el nacimiento de las doctrinas comunistas no fueron fruto del pensamiento obrero sino del trabajo de intelectuales pertenecientes a los sectores más acomodados. Una de estas corrientes ideológicas, el socialismo (término que apareció en 1830) afirmaba:
- Una resuelta oposición al capitalismo industrial.
- La necesidad de que los bienes materiales no fuesen propiedad privada.
Las formas o métodos con las cuales los socialistas pretendían lograr estos fines variaban:
Socialismo utópico: Describía sociedades ideales, como por ejemplo aquellas fundamentadas en la noción de cooperativas de trabajadores sin propiedad privada (Owen) o en tecnocracias, es decir, en Estados que estuvieran gobernados por científicos, técnicos e industriales (conde de Saint-Simon).
Catolicismo social (Francia y Bélgica): En 1850, obispos, sacerdotes y personas cercanas a la Iglesia reclamaban al Estado mejores y más reglamentadas condiciones para los trabajadores que incluyeran la protección moral de los trabajadores frente a los dueños de las industrias.
Revolución social: Los revolucionarios socialistas franceses desataron la revolución de 1848, ellos creían que la mejor forma de hacer la revolución era tomándose el poder por la fuerza.
Socialismo científico: Carlos Marx y Federico Engels son sus principales exponentes; juntos redactaron un programa teórico y practico: el Manifiesto del Partido Comunista (1848), en el cual se hace un llamado a todos los obreros del mundo para hacer la revolución contra la burguesía. En su obra, Marx expone las siguientes ideas:
- Los medios de producción no pueden ser propiedad privada, pues son riqueza y la riqueza es fruto del trabajo.
- Toda la historia de la humanidad ha sido una lucha de clases.
- La lucha de las clases terminará cuando los trabajadores acaben por completo con el capitalismo industrial; la única manera de conseguirlo es por medio de la revolución.
Las ideas de Marx tuvieron especial acogida entre los campesinos rusos, en especial entre las facciones menchevique (revolucionarios comunistas moderados) y bolchevique (revolucionarios comunistas radicales), estos últimos, guiados por Lenin y Trotsky, se hicieron al poder en Rusia con la ayuda de ciertos sectores del ejercito ruso que había resultado aplastado por los ejércitos prusianos durante las campañas bélicas de los años 1914, 1915 y 1916 en Europa (Primera Guerra Mundial). Llegado el año de 1917, en marzo se presentó un primer movimiento de insurrección liderado tanto por los mencheviques (al mando de Kerenski) como por los bolcheviques, lo que dio fin a la existencia del Imperio ruso y comienzo al gobierno comunista moderado de Kerenski, pero tan sólo con los acontecimientos del 24 y 25 de octubre se definió, tras la victoria de los bolcheviques sobre las facciones moderadas del gobierno de Kerenski, la definitiva implantación de un gobierno comunista en Rusia, que de ahí en adelante adoptaría el nombre de Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas. Nobles, Iglesia, industriales y terratenientes fueron despojados de sus riquezas y el Estado pasó a ser el dueño de tierras y fabricas.
Pero la expansión de las ideas socialistas no tuvo únicamente a la Unión Soviética por escenario, pues muchos países escogieron este camino, como es el caso de China, Cuba, Yugoslavia (tras la lucha partisana comandada por Tito), etc. Muchos de estos gobiernos fueron el resultado de auténticas luchas nacionales en pro de un mejoramiento de las formas de vida de sus pueblos (como fue el caso de Chile durante el gobierno de Salvador Allende, o el de Guatemala durante el gobierno de Jacobo Arbenz), pero también hubo muchos gobiernos de tipo socialista que fueron el resultado de la imposición de las políticas de expansión de la Unión Soviética (como es el caso de Rumania, Polonia o Checoslovaquia, entre otros).
En la Biblioteca virtual puede obtener más información sobre este tema en:
El comunismo Gerardo Molina fija los rasgos esenciales del comunismo y del socialismo.
Marx y el Bolívar de Marx Reseña de Germán Pinto sobre el libro |Bolívar y Marx, dos enfoques polémicos, de Carlos Uribe Celis.
| Bibliografía
Deutsch, Karl, |Política y gobierno, Fondo de cultura económica, Madrid, 1976.
Echeverry, Álvaro, |Teoría constitucional y ciencia política, Ediciones Librería del profesional. Santafé de Bogotá, 1997.
ANARQUISMO
Siempre se ha tendido a asociar al anarquismo con la falta de gobierno en un Estado pero el término, en realidad, no es tan radical.
El anarquismo se refiere a la perturbación que ocurre en la vida pública por cuenta de la relajación de la autoridad que ostenta el Estado.
Entre las figuras centrales del pensamiento Anarquista se pueden identificar a Bakunin y Kropotkin.
El anarquismo nace en el siglo XIX, tras varios siglos de cambios fundamentales en las estructuras de producción. Hacia finales del siglo XVIII, la industria todavía no contaba con maquinas, de manera que el elemento más importante en la producción era el hombre, pero con el advenimiento del la Revolución Industrial éste dejó de ser un simple siervo para convertirse en un proletario.
Es durante el proceso de transición que va de la producción manual a la producción industrial cuando nace el anarquismo: antes de que la mayoría de la población europea se sumara al proletariado, existía, aparte de la burguesía dueña de los nacientes medios de producción, otra clase social calificada, instruida y dueña de su tiempo y de ciertos medios de producción: el artesanado, el cual, con la aparición masiva de las maquinas, fue absorbido por el sistema y obligado por el mismo a dejar sus pequeños talleres, ello debido especialmente al creciente endeudamiento que la compra de materia primas le acarreaba, así como a la monopolización del mercado por parte de las grandes industrias, lo que hizo que el artesanado dejase de ser un bloque de mediano poder en la sociedad para convertirse en un grupo de mano de obra calificada para las industrias.
Este proceso ocurrió con mayor notoriedad en Inglaterra y Francia; este último país fue en donde nacieron las ideas de Pierre Joseph Proudhon, quien habría de convertirse en una figura emblemática del anarquismo moderno, siendo su pensamiento uno de los principales impulsores de las revueltas obreras acaecidas en Francia en 1830 y 1848.
En 1830 estalla la insurrección de tejedores de Lyon, donde la mano de obra calificada de talleres manufactureros sale a las calles para protestar por el monopolio que ejercen los dueños de las grandes fábricas y los comerciantes del sector. Proudhon aboga por un proyecto de sociedad en donde la producción sea realizada en pequeños talleres independientes dentro de un tejido social pluralista basado en la honestidad, la dignidad y el trabajo.
El anarquismo rechaza la propiedad, pues sostiene que ésta es un robo, pero a la par rechaza el colectivismo; niega el papel del Estado, pero a la vez considera que la existencia de un agente regulador que proteja los derechos individuales es indispensable.
En la Biblioteca virtual puede obtener más información sobre este tema en:
El comunismo Gerardo Molina describe los rasgos esenciales del comunismo y del socialismo.
Revista Historia crítica, núm. 22 Documento de Patricia Wills, en el que cuestiona la historia de la democracia en Colombia.
| Bibliografía
Ansart, Pierre, |El nacimiento del anarquismo, Amorrortu editores, Buenos Aires, 1970.
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Información relacionada con mi ejercicio profesional como abogada y docente de las asignaturas de Región Y Contexto Caribe y Teorías Constitucionales. |
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